Las mujeres somos un blanco fácil a la hora de sufrir un ataque, por eso debemos prevenir este tipo de situaciones.
Es importante que las mujeres sepan en qué tipo de situaciones ocurren estas agresiones, que estrategias pueden llevar a cabo y que deben hacer cuando se encuentran cara a cara con una agresión.
La sociedad en la que hoy en día vivimos, lo que a la violencia femenina respecta ni se reduce ni se termina. Esta amenaza es habitual en nuestro día a día, tanto en la violencia callejera, como doméstica, como en las agresiones sexuales.
Por eso, toda mujer, indistintamente del peso, estatura o fuerza que tenga, puede ahuyentar el ataque de un agresor, un ejemplo de defensa podría ser darle un golpe en la nariz con la palmo de la mano para desestabilizarlo y poder ahuyentarlo. Es efectivo para poder ganar tiempo y huir, también se recomienda gritar “fuego, fuego”, en caso de que se trate de una agresión sexual, para crear interés de los viandantes.
Con todo esto, debemos tomar la decisión de si debemos o no actuar, esto dependerá de las probabilidades que la víctima tenga de vencer. Por ejemplo, si hubiera dos personas atacándola, y estuvieran presentes sus hijos, o su vida estuviera corriendo peligro, se tendría que tomar una decisión u otra teniendo en cuenta estos factores, ya que a veces la decisión más acertada es no emplear un ataque.
Desde el bolso, hasta las llaves, pueden ser una buena arma para utilizar contra el agresor. De todas maneras, las mujeres deberían llevar en el bolso o en el coche objetos que puedan ayudar a la autodefensa.
Sin embargo, en el caso de una agresión sexual, toda responsabilidad únicamente recae en el agresor y nunca en la víctima.
Ante un ataque por sorpresa es bueno utilizar estrategias de índole psicológicas, y emplear objetos cuotidianos como mecanismo de defensa.
Nos podemos encontrar con diferentes tipos de ataque, ¿Cómo defendernos?
En caso que la agresión fuera por la espalda, deberíamos:
1. Levantar el brazo izquierdo y dejar caer el brazo derecho, deslizándolo por la pared o cualquier soporte, o bien dirigirlo hacia el agresor, para crear distancia entre ambos.
2. Rotamos sobre nuestro eje para localizar al agresor
3. Proyectamos el primer golpe con el codo izquierdo, hacia la cabeza del agresor
4. Pegamos con el puño izquierdo y derecho al agresor
5. Escapamos tan rápido como podamos para ponernos a salvo.
En caso que el agresor, nos sorprendiera estirando de la ropa, puedes:
1. Pegar en los oídos con las palmas de la mano, para desestabilizar al agresor
2. Golpear en la rodilla del agresor y escapar, aprovechando el momento
En caso que el agresor, te cogiera por el pelo, deberías:
1. Empujar hacia abajo su mano contra tu cabeza, ya que el cráneo tiene los huesos más duros que las manos, por lo tanto, se quebrarán los dedos.
2. Posteriormente, debes golpear con tu codo el de él, para quebrar el brazo. Siempre intentando tener una distancia para poder cubrirte y salir.
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